jueves, 28 de septiembre de 2017

Decir adiós

Decir adiós
Hoy es un día difícil, en muchos sentidos, tú  estás pero no lo estás.
Todos en tu funeral decían “el tiempo lo cura todo”, “agradece el tiempo que compartieron”, “solo Dios sabe porque hace las cosas” y mil cosas bien intencionadas más.
Ninguna por cierto ayudan…
Cuando estas sintiendo tal dolor y alguien te dice algo así como “algún día volverán a estar juntos”, sabes que lo hace de buen corazón y porque no sabe realmente como lidiar con lo que está pasando, que solo repite lo que a él o ella le dijeron cuando perdió a alguien en su vida…
¿Qué se supone que se tiene que hacer?
Todos hablamos de que la muerte es parte de la vida, que desde que nacemos comenzamos a morir y una “bola” de cosas existenciales y filosóficas, religiosas y científicas.
Creemos saber que somos expertos en la materia. En esa asignatura de la vida en la cual no hay preparación, ni maestros ni diplomados… solo llega de “jodazo” y cuando caes en cuenta ya está sobre tu cabeza y no sabes que “chingados” hacer…
Uno en la vida va perdiendo gente y cuando murió mi abuelo fue un momento muy triste en mi vida.
Sentí literalmente que algo en mí se quedó frio, solo, vacío, muerto. Sentí mucha tristeza y mucho miedo, no sé bien cómo explicarlo, solo sé que se siente terrible…
A los años muere mi abuela; mueren amigos muy queridos, tíos, en fin, se empieza a ir gente que estuvo toda la vida ahí a mi lado, y puedo decirles que la misma sensación que sentí con mi abuelo lo sentí con toda esa gente que murió después, y lo sentí porque en verdad los quería mucho. Fueron importantes en mi vida, algunas en mayor o menor medida pero lo fueron.
¿Qué haces con algo que sientes y desearías no hacerlo? Aceptarlo…
Debes de aceptar la perdida, aunque se lea feo pero tu ser querido murió y no va a regresar…
Que tu mente pueda entenderlo quizás sea fácil, que tu corazón lo acepte es lo difícil.
Date tu tiempo, no será fácil, pero tienes que hacerlo…
Alphonse de Lamartine  decía: “A menudo el sepulcro encierra, sin saberlo, dos corazones en un mismo ataúd.”
Con los años entendí que el dolor se debe dejar sentir,  necesitas que todo lo que sientes explote, la rabia, la frustración, la culpa, la tristeza, la desesperación, todo tiene que fluir y tienes que dejarle nacer para que crezca y luego muera… que cumpla su ciclo.
Reprimirte todos esos sentimientos es lo equivalente a dejar que un globo se llene de gas sin que controles el flujo que entra en él… tarde que temprano va a estallar.
Entonces, puedes acercarte a personas con las cuales puedas platicar y desahogarte.
Amigos o familiares o a tu sicólogo.
Para que después de que saques todo es dolor de tu pecho puedas ver con los ojos claros de que debes de aprender a vivir sin esa persona.
El mundo sigue este quien este, lo ha hecho por millones de años, eso es un hecho que nadie puede cambiar.
En este mundo somos tan solo un parpadeo y nada más.
Haces un “inventario” de a quienes tienes, un avalúo de tus sueños o proyectos.
Sería fácil hacerlo si se educara para eso, pero no se hace, nadie te enseña a lidiar con esto entonces, tienes que tomar la decisión de continuar y entender que las cosas no serán igual, pero siguen y tú debes de ser fuerte por quienes te aman y te quieren.
No es fácil pero es APRENDER de nuevo, es reiniciar tu vida y entender las cosas desde otro punto de vista y continuar.
Siempre continuar, porque el camino se ve lejano pero, créeme que el destino siempre está más cerca de lo que parece.
Es recuperar tu vida, si lo puedes entender ya con el alma en paz veras que soltar el dolor y el pasado era necesario.
La vida es un mar de posibilidades.
Que tu duelo llegue a su fin no significa que olvidaste a esa persona maravillosa, solo es continuar.
Las pérdidas en tu vida te van a cambiar y nunca te recuperas del todo cuando pasan, pero esta en ti si ese cambio será mejor para tu vida o no.
La vida solo se trata de vivir… por un ratito… y bien vivido…
“La muerte es el comienzo de la inmortalidad.”
- Maximilian Robespierre
Que tengan todos una bonita vida, no les deseo menos.

Charles Espriella
28 de septiembre del 2017

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