lunes, 4 de septiembre de 2017

El hombre que caminaba en el agua.


Pablo era un joven de unos 20 años que aseguraba que podía caminar sobre el agua.
Había gente que decía que habían visto a Pablo caminando sobre ríos e incluso sobre las mismas playas de Bahía de Kino: “Camino desde Cerro Prieto hasta la isla del Pelicano”, decían algunos testigos…
He pensado muchas veces que haría si pudiera caminar sobre el agua, no he encontrado nada que me impacte o algo significativamente interesante que me haga querer poder hacerlo, porque, seamos sinceros: a nadie le gusta caminar.
En estos tiempos todos preferimos ir al Oxxo en carro aunque este a dos cuadras de la casa…
Buscamos los estacionamientos más cercanos a la iglesia o a nuestra oficina…
Claro, sabemos que el calor en Hermosillo es terrible, pero aun así, en tiempo de “frio” tampoco nos gusta caminar.
Luego entonces ¿para qué diablos quisiera caminar sobre el agua?
Pues bueno, Pablo podía hacerlo y, aunque no había videos ni fotos, todo el mundo creía que podía lograrlo.
Él mismo cuando le preguntaban afirmaba que podía hacerlo.
Habría que verlo para creerlo, diaria Santo Tomas, claro, si así lo hubiera dicho… yo no lo vi decirlo…
Entonces,  Pablo, era súper popular con la sociedad hermosillense, la cual es sumamente celosa y cuida siempre las buenas costumbres, es decir, no aceptan a cualquiera, tienes que ganarte tu lugar en el corazón de los hermosillenses…
Pues Pablo si era querido por todos, cuando llegaba a la Expogan no le cobraban la entrada ni las “chelas” que se tomaba… Tenía entrada “free” a todos, sí, todos los palenques y tenía fotos con todos los artistas que ahí se presentaban que también lo conocían y le hablaban de tú y andaban con él de pellizco y  nalgada…
Cuando iba al cine, le regalaban también los tickets y el combo de palomitas, sodas y hotdogs con nachos con doble queso…
Y a lo mejor pueden pensar: “de seguro era muy guapo este wey”…
Pues no, estaba más feo que un “bocho” visto por la parte de abajo…
Cuando nació, no sabían si era un hombre muy feo o un chango muy guapo…
Estaba horrible, picaba de lo pinche gacho que estaba el morro…
Vivía desde morro con su abuela por allá en la colonia San Benito, por la Concepción L de Soria, “cerquitas” de donde estaba “Bicicentro”…
Su abuela aseguraba que cuando nació Pablo, ese día hubo un eclipse y es por eso que el muchacho tenia esos poderes de caminar sobre el agua…
Tenía un pegue tremendo con las chavas de la ciudad, siempre las enamoraba con el cuento de que podía caminar como el tal Criss Angel o el mismo Jesucristo…
Un día, estaba de campaña política el Lic. Francisco “Paco” Gerte, candidato por el partido PBC (Partido Bolchevique Capitalista) y como que se le hizo fácil invitar al Pablo a que lo acompañara en la campaña ya que al ser tan popular el mendigo morro la raza iba a sentir buena onda por el Paco e iban a votar por él… ya saben la logística tan cabrona que manejan algunos políticos…
Pues ahí andaba el Pablo paseándose por toda la ciudad y lugares circunvecinos… hasta que un jueves mayo, al Lic. Gerte le tocaba hacer campaña por Bahía Kino y le pidió a Pablo que lo acompañara…
Pues se fueron este par junto con un séquito (bola de guevones que andan buscando hueso) hacia las paradisiacas playas de Kino Bay… ¡que chulo lugar!
Pues ahí andaba el Lic de puerta en puerta, “quesque” poniéndose a las órdenes y la raza en cuanto “wachaba” al Pablo de volada decían: “a la bestia wey, es el vato que camina sobre el agua”… Pablo era más popular que  Mickey Mouse, de eso no cabía duda…
Pues así paso el día hasta que por la tarde, le toco al Lic. Gerte visitar a los pescadores y se fueron para el muelle donde estaban.
En cuanto llego el Lic. rápidamente se le junto una bola de gente para estar “cercas” de él y salir en las fotos de todos los diarios…
Un pescador los invito a dar la vuelta por la bahía en una de sus “pangas” y pues el Lic. como andaba quedando bien no pudo decir que no, ahí van la bola de huevones, el  Lic. y el buen Pablo…
Todo era risa y diversión hasta que de pronto el mar se empieza a embravecer, se pica, y las olas comienzan a golpear la pequeña embarcación y la suben y bajan como si nada…
“Uno de los “guaruras” le dice al pescador: “dele pa la orilla ya mi compa, esto está muy feo”- el pescador asiente con su cabeza y gira rápidamente la panga mientras una ola golpea a la nave y se va al agua dos guevones y el Lic. Gerte…
Cayeron al parecer donde había una corriente de agua porque se comenzaron a alejar rápidamente de la embarcación…
-¡Pablo, Pablo! ¡Ve por ellos Cabron! ¡Se van a ahogar!
Pablo se quedó mirando hacia donde se iban alejando Francisco y una parte de su séquito…
Pone un pie en el agua y con su mano izquierda se apoya sobre el pescador en el hombre y se dispone a poner su otro pie en el agua…
El tiempo se detuvo, era como si el viento hubiera frenado de pronto todo, hasta parecía que el sol había salido de nuevo… algunas gaviotas revoloteaban alrededor de la nave como rindiéndole honor…
La gente desde la orilla de la playa que veía todo aquello quedaron como petrificados… era el momento que tanta gente había esperado y que pocos habían visto…
Pablo tomo aire, exhalo, cerro sus ojos y puso su segundo pie sobre el agua…
La gente no podía creer lo que estaban viendo, Pablo se fue hasta el fondo como si fuera un bloque de cemento…
Dicen algunos que ni burbujas vieron salir de lo hondo que se fue el pobre de Pablo…
-¿Pues no que caminaba sobre el agua?
-¡Pues eso decían!
Esperaron algunos minutos y no salió Pablo… tuvieron que llamar a otros pescadores y al equipo de bomberos para que ayudaran a buscarlo…
Nunca hallaron el cuerpo de Pablo…
El Lic. Francisco Gerte murió ahogado junto con las otras dos personas… jamás sabremos si hubiera sido un buen presidente municipal… mucha gente piensa que sí, hasta una estatua le hicieron…
Eso nunca lo sabremos, siempre resulta que cuando la gente muere en automático se convierte en buena y chingona… ya saben…
Algunas personas de la tribu Seri aseguran que en algunas noches antes del amanecer, si miras hacia “la baja california” y si el cielo está despejado, puedes ver a un muchacho muy feo de veintitantos años caminando por el mar…
La verdad no es cierto, nadie dice eso, pero me gusta imaginarlo…

Charles Espriella
Septiembre 4 del 2017

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