martes, 3 de octubre de 2017

“Ojos color quien sabe que”

“Ojos color quien sabe que”
Y cada vez que suena el piano, sueña el miedo; viaja el desorden y el caos se despierta abruptamente; se tropieza la soledad entre esos minutos cálidos de la última hora del día.
Las notas sobrevuelan la mente, arropan el alma, vomitan mareos…
Estoy sentado mirando fijamente el suelo… buscas figuras, formas, nubes de humo y caminos a otras dimensiones… quiero ser un creador… busco fundar mi propio infinito…
Me llevo mis manos a la frente y cierro los ojos, mis pupilas son lozas que pesan toneladas; escucho tus lagrimas rodando y haciendo surcos por tus mejillas… no quiero pensar en tí, me hace mal traerte de vuelta, sé que es solo cuestión de tiempo para que hundas tu mano en mi pecho y me exprimas mi viejo corazón…
No quiero pensar en ti, pero ahí estas, tan hermosa como cuando tenías 20…
¿De qué color son tus ojos? ¿Qué tonalidad es esa? Porque no son ni verdes ni azules ni grises… y parecen ser todos a la ves ¿Qué color te has inventado para tus pupilas?
No quiero, por Dios que no quiero pensarte y ahí estoy como atardecer rojo de otoño en Hermosillo… triste, solitario, sin ganas más que de ser noche…
Me llevo un cigarro a la boca y digo tu nombre apenas con un débil balbuceo…
Suena tan mágico como sonó la primera vez que lo nombre…
Vuelvo a decir tu nombre pero ahora más fuerte… a ti se te escapan dos pestañas… mis oídos hacen fiesta y el piano sigue cantando…
“Eres increíblemente hermosa”- pensé…
Esos ojos color quien sabe que… esos ojos…
Charles Espriella

3 octubre 2017

No hay comentarios:

Publicar un comentario