DIA DE MUERTOS

DIA DE MUERTOS

Ese silencio entre tu tumba y tus recuerdos… ese recuerdo que pretende abastecer soledades y atardeceres… ese espacio entre los segundos antes de dormir y después de despertar…

Eres lo que fuiste y que nunca llegaras a ser en mi vida…

Tu adiós fue tan rápido que apenas y me voy recuperando de la sacudida que dejo la estampida de tu partida…

Tantas cosas quedaron por decir y por vivir… tantos tiempos que ya no llegaran, que se quedaran vacíos y solitarios entre las manecillas del reloj…

Te fuiste, te moriste, te largaste, te fugaste, trascendiste… te perdí….

Y a veces te veo en las caras de otras personas y en ocasiones siento oír tu voz…  otras veces imagino que aun estas aquí y pretendo hablar contigo y esa sensación de ansiedad en la boca del estómago que nunca se va e insiste en hacerme sentir un miedo que no duele pero que olvida partir.

Hoy me senté debajo del árbol que plantaste cuando tenía 5 años… el viento movía sus ramas y sus hojas y parecían cantar… aún había un poco de la cuerda que amarraste para hacer un columpio… solo que el columpio ya no está y solo queda el nudo aferrado al brazo casi muerto de aquella rama… pensé que en ti… sé que tú ya hubieras puesto otro columpio nuevo…  yo no soy tú aunque mucho de ti está en mí.

¿Qué clase de broma pesada es la vida?

Juntar a tanta gente para que se quiera un tiempo determinado y luego que poco a poco se vayan yendo… ¿Por qué no irse de un “chingazo” todos juntos? ¿Qué hay que demostrar?

¿Para qué hacerse viejo, para que ver el tiempo pasar? ¿Por qué da miedo morir? ¿Por qué duele vivir?

“El mexicano se ríe de la muerte…” dicen… el mexicano se ríe de nervios… de resignación… se ríe cuando quiere llorar…

Un día antes de irte me dijiste: “no quiero que llores cuando me muera”… 
¡Que a toda madre! tú no sabes lo que es vivir sin ti…

Carlos Espriella
2 de noviembre del 2017